16/8/13
"Marco"
Hace cuarenta y cuatro años, en el mes de septiembre y
bajo el signo de Virgo, nació un niño llamado Marco. Creció recibiendo, asimilando
y divulgando las costumbres latinas a pesar de ser un joven norteamericano.
Claro, esto sucede cuando los padres influyen, de una manera u otra, la cultura
aprendida para con su hijo. De tal modo que Marco creía sentirse más
proveniente de la tierra donde sus padres
nacieron que de la suya propia. Como es evidente, todo ciudadano americano de
sangre caribeña gusta mucho de la música tropical. En especial de la salsa.
Marco admiraba desde muy infante a mucho salseros de su época. Pero quién más
resaltaba y le hacía cantar sus canciones a tal punto de llevarlo a un estado
de excitación y euforia, creyendo por momentos oír corear su nombre mientras lo
hacía con gran fervor, era Héctor Lavoe. Nuestro protagonista de los viernes de
historias, Marco, quería llegar a ser como él: cantante. Lo tenía todo para
serlo. Cantaba muy bien. El gran obstáculo para él fue su falta de atractivo
físico. Su padre le recordó esa carencia. Le dijo que si quería ser un artista
tenía que cantar demasiado bien, puesto que no era un claro ejemplo de un galán
de cine. Hoy en día es uno de los íconos de la música latina. Su voz es
aceptada y admirada por el público. Aquel público que lo verá la noche de
mañana en el festival “Chimpún Callao”.
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