26/8/13
"Shambar"
Por lo general, a diario amanezco contento. Pero despertar sabiendo que es lunes, me llena aún más de alegría. De colegial despertaba entusiasmado para ver a mis amigos y a la chica de cabello ondulado que tanto me gustaba. Y que me robaba el sueño. ¿Qué será de ella? Bueno. No nos desviemos. El caso es que también me gusta los lunes por el shambar. Un extranjero diría ¿Qué tiene ver? Y alguien que nació o vive aquí o simplemente conoce del tema respondería que, en la gastronomía peruana, los lunes es relacionado con un plato típico del norte, específicamente de la ciudad de Trujillo. La ciudad de la eterna primavera. Que no sé porqué le dicen así, si cada vez que he ido allá me he congelado de frío. En nuestro restaurante -como en muchos supongo- los comensales, sin si quiera conocer o preguntarse de donde proviene el nombre de esta suculenta sopa, se la toman con sumo cuidado de no quemarse mientras, maniobrando con la cuchara, palpan el pellejo, la chuleta y el tocino, previamente ahumado, para asegurarse de que el shambar esté bien servido. Como mesero debo percatarme por atender bien a los clientes. Es por eso que no puede faltar como acompañamiento el limón, el camote, el cebollín, el rocoto y la famosa cancha salada. Que no encuentro que le ven a este maíz cocido, pero así les gusta. Por ser lunes de shambar, ganamos más que cualquier otro día. Por ende termino exhausto y esta sopa, por estar echa a base de menestras, tiene algo que me despierta como si hubiera recibido una cachetada. Pero una buena cachetada. De las que solo se ven en las telenovelas o en el noticiero de las once. Tan fuerte es la pegada que parece haberla recibido con la mano de la 'matadorcita' Ángela Leyva. ¡Ángela! Así era el nombre de la chica de cabello ondulado.
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